Sin rumbo fijo…..cantábrico 29-30 abril, 1-2 mayo 2017

Sin rumbo fijo

Sin rumbo fijo…después del aplazamiento de La penitentes, en la cual estábamos apuntados para asistir, decidimos aprovechar los tres dias de puente y ponemos rumbo al norte, sin alojamientos, ni paradas fijas, ni comidas, ni nada de nada, cogemos nuestras motos y donde la carretera nos lleve, en primer lugar decidimos hacer Port de Cantó y Port de la Bonaigüa entre otros. Paraditas de rigor y fotos.

 

Continuamos hacia Huesca, pasando por Jaca, Sigüés, pasamos por Valle de Benasque, durante toda la tarde y hasta la noche, tuvimos lluvia, menos mal a los chubasqueros no acabamos empapaditos y decidimos parar a dormir en La Afortunada, Huesca La afortunada,es una localidad española perteneciente al municipio de Tella-Sin, en el Sobrarbe, provincia de Huesca, Aragón. Se encuentra junto a la central hidroelectrica del mismo nombre en el fondo del valle de Bielsa, a orillas del rio Cinca, a 700 m. en el Pirineo aragonés.  ( hotel Badain, 20 € la noche, 3,45 € un desayuno que no había quien acabara con él,trato muy familiar).

 

Por la mañana, cargamos maletas y ponemos rumbo mas al Norte, esta vez Irún, (es una ciudad y municipio español de la provincia de Guipúzcoa, Pais Vasco, fronterizo con Francia, país del que se encuentra separado por el rio Bidasoa).

Antes de llegar a Irún , entramos en tierras navarras, donde hacemos una parada en Elizondo  (visitando la parroquia de Santiago Apóstol), y el Rio Batzan.

En Irún hacemos paradita, para ver despegar los aviones del aeropuerto de San Sebastián , es bastante curioso,ya que la pista de aterrizaje, está muy próxima a la desembocadura del río Bidasoa con el Cantábrico, una mala frenada y al agua. Desde allí vemos Hendaya, bonita ciudad también, pero no tenemos carnet de conducir moto y no queremos arriesgarnos a que nos paren y nos multen, así que la vislumbramos desde Irún.

Desde Irún, continuamos hacia Hondarribia y Fuenterrabía, la costa Cantábrica es espectacular, con un oleaje digno de admirar y de respetar, desde que entramos en el País Vasco no dejamos de sorprendernos y admirar los rincones tan bonitos que tiene, los pequeños pueblos con encanto….

Entrada la noche llegamos a San Sebastián, interminables paradas en los pueblos, hacen que lleguemos a la playa de la concha de noche, lo cual no permite ver su belleza, decidimos dormir y seguir la visita al dia siguiente, dormimos en Azpeitia en le hotel Loiola ( 34 € la noche ).

Por la mañana ponemos rumbo a Donostia, visita turística a la playa de la Concha, puente Kursaal, monte Igeldo, y el espectacular paseo nuevo de Donostia, también conocido como el rompeolas de la ciudad, un lugar donde rompen las olas creando impresionantes paisajes,.es mágico. Queríamos visitar El peine del Viento, situado al final de la playa de Ondarreta, en el extremo oeste de la capital guipuzcoana y a los pies del monte Igeldo, el Peine del Viento es una de las obras más conocidas del  escultor Eduardo Chillida. un espacio mágico desde el cual se puede contemplar el mar en todo su esplendor, y, en especial, durante los días de temporal, cuando las olas embisten con toda su furia contra las rocas del acantilado.
Además, a través de un sistema de tubos, el aire impulsado por las olas sale a la superficie por unos orificios emitiendo un sonido muy peculiar. Los días de gran oleaje, el espectáculo es aún más impresionante, pues ese sonido va acompañado de agua pulverizada. ( apuntado para la próxima, que no será muy tarde)

Continuamos nuestro viaje sin rumbo, puesto que la costa es tan bonita, decidimos hacerla, adentrando en los pueblos mas míticos, buscando que ver en cada lugar, de esa manera vamos descubriendo lugares, carreteras, paisajes….antes de llegar a Zarauz nuestra próxima parada, subiendo nos encontramos con  El monte Jaizkibel se encuentra en el litoral guipuzcoano, entre el puerto de Pasaia y el cabo de Higuer (Hondarribia). Con una disposición paralela a la costa, las caídas hacia el mar son muy escarpadas en la parte occidental, con acantilados de más de 200 m. de altura.

Llegamos a Zarauz, parada obligatoria para visitar el restaurante del cocinero Karlos Arguiñano, no entramos ni pedimos nada, ya que solo ver el menú degustación de 35 € sin bebidas, y una media de 50 € el menú y unos 80 € la carta, te puedes hacer una idea de lo que puede costar un simple café. La playa es fascinante, se pierde la vista entre tanta arena, lo curioso de esta playa, es que sube muchísimo la marea, hasta hacer desaparecer por completo la playa.

Continuamos recorriendo la costa, hasta llegar a Zumaya, ¿que qué hay que ver aqui? Pués menos mal que hemos parado, sabíamos que aquí está la iglesia de la película “Ocho apellidos vascos” , pero no teníamos ni idea, de lo que nos íbamos a encontrar, yo no iba muy convencida de ver la iglesia de una pelicula, pero cual fué mi sorpresa de lo que tenia escondido este pueblo, El acantilado de Flysch, lo llamativo y espectacular de este acantilado, es la forma cómo estos se internan hasta trescientos metros en las aguas, a modo de un gran costillar. Encanto, magia,espectáculo, cualquier calificativo que quiera buscar, se queda corto con la maravilla que tengo bajo mis pies.

Terminamos el viaje, al final se nos complicó un poco, lo cual hizo que en vez de venir directamente hasta barcelona, tuvinmos que hacer una parada para dormir en Lleida, ya descansados hacemos la vuelta mucho mas relajada.

Fin de ….viaje sin rumbo.

 

Km totales : 1547

Gasolina : 58 €

Hospedajes : 74€

Comidas cenas y desayunos : 86 €

Total del viaje de 4 dias 3 noches : 218 €

 

 

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