Salidita de no muchos kilómetros pero intensa, carreteras de bastante curvas, sitios ya visitados con anterioridad, pero cada vez que las haces, son diferentes, unas veces están húmedas, otras veces está lloviendo, y otras con sol, unas veces vas mas insegura y otras piensas que eres Marquez, con lo cual es diferente cada vez que las hago.
Al final fuimos un grupo de 12 motos diversas, la única pega en toda la salida, fue a la hora del almuerzo, paramos a almorzar en Collsuspina ( punto de control de la Rider 500 del año 2015 ) nunca había oído hablar de ese pueblo y desde que lo hice en la Rider, no paro de escucharlo y de pasar por él. A lo que iba, entramos en el restaurante y transcurridos 20 minutos, el tío ( tio, por que no se le puede llamar camarero ni dueño del bar )… un momento, ahora voy, si si ya voy….y eso que solo tenía dos mesas en la terraza y ya estaban servidas, hacia los cafés de uno en uno, hacia uno, lo llevaba a la mesa, volvía hacia otro lo volvía a llevar, ¿ hola, perdona? pero esto que es? pasaban los minutos y ni venia a tomar toma, después de 20 minutos de espera y salirme fuera al bar de enfrente a ver si había sitio, entonces viene,toma nota, parece que la cosa va por buen camino,ja ja y ja…45 minutos en traer 6 bocadillos y encima los que eran fríos los trae los últimos, mas inútil imposible, lo siento, pero nos puso a todos de los nervios, 2 horas para comer unos bocadillos, de las 10.46 a las 12.36 tela marinera….pero bueno, quitando esta anécdota lo demás todo muy bien, por cierto, no vayáis al bar L’espina de Collsuspina, si tenéis prisa,jajaja.
190 km de buenas curvas y carreteras.