Primera Baja Aragón a la que asisto, y espero que no sea la última, menudo espectáculo de motos, quads, coches, buggys y camiones, verlos saltar, correr ,derrapar a esa velocidad y por esas pistas, hacen de este rally una verdadera exhibición que no puedes perderte, para mi no es el hecho de ver a los pilotos, ya que no tengo ni idea de quienes son, ni que coches o motos pilotan, conozco algunos nombres, Nani Roma, Sebastián Loeb (que este año no participaba, una pena) Jesús Calleja y poco mas, pero como bien he dicho es mi primera baja, y lo que me emocionaba era ver la transformación de esos vehículos, la preparación para poder competir y sobre todo verlos correr en la tierra, y así fué.
El día fué un poco duro, puesto que hicimos un sube y baja en el mismo sábado, madrugón como no, si no, no sería nuestro evento, llegamos y preparamos la cosas para comer, la emoción hace que coma poco, ya que no quería perderme nada y cuando llegamos ya estaban pasando las motos, así que al lío, cámara en mano y a ver la competición y el espectáculo, y como no podía ser de otra manera, no me defraudó, después de hacer mas de 200 fotos y sobre las 19.00, cuando ya estaban a punto de acabar, unos cuantos nos fuimos al parque cerrado en Teruel, donde allí iban llegando los participantes y sus vehículos y donde volvían a poner a punto los coches , motos ,etc, para la competición del día siguiente, allí entonces, puedes ver lo que se mueve detrás de un coche o de una moto o de cualquier otro vehículo que haya participado, se empiezan a desplegar los mecánicos, los enormes camiones llenos de recambios para volver a ponerlos a punto, ves a la velocidad que los mecánicos desmontan y montan otra vez el vehículo, ¡¡¡espectacular!!!.
Coche de Jesús Calleja y su copiloto Jaume Aregall
Después de ver el parque cerrado de Teruel, ponemos rumbo a Barcelona, entre descansar, refrescarnos, cenar y repostar, y hacer paradas para que alguno se despeje y se despierte o se duerma en una silla 10 minutos jajajaja, como siempre,nuestra vuelta a casa se convierte en una odisea, entre risas y no tan risas, pero la vuelta merece la pena, aunque sea de noche y llegando a las 5.15 am. Estas cosas son las que luego se recuerdan y te ríes de ellas, 400 km en 8 horas.
¡¡¡ Volveré a la Baja Aragón!!!!! sin duda
Freya Spirit